Para mí era inevitable pensar en La Rioja y que la primera imagen que me viniese a la cabeza no fuera su vino Rioja. Sin embargo, después de esta escapada también entran en mi mente sus paisajes de viñedos y rocosas montañas, los sabrosos pinchos de la zona y sus pueblos con encanto.
En este artículo te presento 5 pueblos bonitos y con mucha personalidad que seguro que te gustarán si visitas esta comunidad y de los que podrás disfrutar entre vino y vino.
Haro
Nada más entrar a Haro te das cuenta de que es un pueblo que está muy unido al vino. En todas sus rotondas (en vez de las típicas fuentes o estatuas) te encuentras con esculturas que evocan a la uva, a los vendimiadores, al vino y a su proceso de elaboración.
Y es que los jarreros (como se conoce a los habitantes del pueblo) presumen, en un «pique» regional con los logroñeses, de que Logroño es la capital de La Rioja pero Haro es la capital del Rioja. Así lo confirman una veintena de bodegas que tienen su sede allí y prestigiosos vinos como los Muga.
Por si fuera poco el 29 de junio se celebra una de las batallas más divertidas con el vino como principal protagonista y que desde 2011 es una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.
Si visitas este pueblo es casi imposible que no te vayas sin una botella de vino porque en las tiendas encontrarás el cartel «¿Quién vino a Haro y no compró vino? ¿A qué vino?» y picarás el anzuelo ¡Nosotros lo hicimos!
Además del vino, que por sí sólo es un motivo para visitar el pueblo, merece la pena pasear por sus calles, degustar la cocina tradicional riojana en La Herradura, visitar el Convento de San Agustín (que fue cárcel, escuela, hospital y actualmente es un hotel), la Basílica de Nuestra Señora de la Vega (donde se celebran los bautizos y las bodas) y la gótica Iglesia de Santo Tomás (en la que fundamentalmente se ofician los entierros).
Santo Domingo de la Calzada
Muy cerca del río Oja (del que se cree que viene el nombre de la comunidad autonóma de La Rioja) se encuentra un pueblo de leyendas que giran en torno a Santo Domingo y el Camino de Santiago.
La fundación de la ciudad data del siglo XI cuando Domingo García (quien a la postre se convertiría en Santo Domingo de la Calzada), que conocía las dificultades de los peregrinos que viajaban a Santiago, decide construir en la zona un hospital para se pudieran refugiar, un puente que atravesaría el río Oja y una calzada que facilitase el camino entre los pueblos de Nájera y Redecilla del Camino.
El principal reclamo del lugar es la Catedral donde yace la tumba del santo y la peculiaridad de que dentro del templo hay un gallinero con un gallo y una gallina vivos, amén de un milagro con gallinas y peregrinos como presuntos implicados. Otra singularidad de la catedral es que la torre campanario está separada del resto del edificio.
Otros lugares que no deberías perderte en Santo Domingo de la Calzada son la Plaza de España o Plaza Mayor y las murallas (se conserva un tramo de la primitiva muralla del s.XIII).
San Millán de la Cogolla
San Millán de la Cogolla es uno de los pueblos imprescindibles si planificas un viaje por la Rioja Alta. En él podrás visitar los monasterios de Yuso y Suso, ambos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y leer los primeros textos que se han encontrado en castellano y en euskera.
Con unos nombres casi idénticos seguramente te pasará como a mí y pensarás que deben de ser muy parecidos. Pero nada más lejos de la realidad. Son muy diferentes y merece la pena dedicar una mañana a verlos.
El Monasterio de Suso (Suso proviene del latín sursum que significa «arriba» ) está ubicado en lo alto de una montaña. Su origen está en San Millán, santo del siglo V que vivió en las cuevas de las montañas y tras su muerte sus discípulos crearon el monasterio para venerar su cuerpo.

Por su parte el de Yuso (del latín deorsum “abajo”) es mucho más grande y es considerado por algunos «el Escorial de La Rioja». La leyenda cuenta que el rey Don García Sánchez III quiso trasladar los restos de San Millán al monasterio de Santa María La Real de Nájera y que los bueyes que tiraban de la carreta se pararon en el valle, lo que se interpretó como que el santo no quisiera abandonar la zona y en ese mismo lugar se construyó el monasterio.
Dentro de este se pueden ver las glosas emilianenses, anotaciones aclaratorias que se hicieron de un texto o códice escrito en latín en el siglo XI y que contiene las primeras palabras en castellano y euskera, razón por la que se denomina al lugar la cuna de estas lenguas.

A la hora de planificar su visita es importante tener en cuenta que la gestión de ambos es independiente y tienen horarios distintos. Para el monasterio de Suso se necesita hacer reserva en la Oficina de Información y Turismo o por teléfono y solo se puede acceder con autobús que está incluido en el precio de la entrada. Y para el monasterio de Yuso no es necesario hacer reserva. Los dos se visitan con un guía.
Ezcaray
Campamento base de esquiadores y senderistas, Ezcaray es un pueblo de montaña que parece sacado de un cuento. Sus casas de piedra preparadas para el frío y sus alegres balcones llenos de flores invitan a pasear por sus estrechas calles e ir descubriendo sus palacios y casonas solariegas (casas de gran tamaño donde viven o vivían personas con renombre).
En este pueblo, situado muy cerca de la Estación de Esquí de Valdezcaray, estuvo la Real Fábrica de Santa Bárbara, una de las mejores de España en la fabricación de paños, hoy convertida en un teatro.
Mi visita en este pueblo fue en verano y lejos del frío invierno pero con algo de fresco estival aproveché para almorzar y disfrutar de unos pintxos en el Bar Roypa de la Plaza del quiosco.
Nájera
Cuna de reyes, capital del extinto Reino de Nájera y pueblo del Camino de Santiago, su joya es sin duda el Monasterio de Santa María la Real.
El templo fue ordenado construir por el Rey Don García Sánchez III, el mismo que quiso trasladar los restos de San Millán a esta ciudad. Dentro de él, sobresalen la cueva de la Virgen (lugar donde la leyenda cuenta que el rey encontró su imagen junto con una lámpara, una campana y azucenas), la preciada sillería del coro de estilo gótico florido y el Panteón Real donde yacen los restos de los antiguos reyes.

El casco histórico de este pueblo es muy pequeño y se puede recorrer ágilmente. Es muy agradable hacer una pausa y tomarse algo en los bares que están cerca del río.
Horario de monumentos:
Catedral Santo Domingo de la Calzada (Santo Domingo de la Calzada)
Monasterio de Suso (San Millán de la Cogolla)
Monasterio de Yuso (San Millán de la Cogoya)
Monasterio de Santa Maria la Real (Nájera)
«El que un buen vino bebe, a beberlo vuelve» Anónimo
¡Buen viaje y salud!
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Muy chulo el post! 😀 Si volvéis por #LaRiojaApetece no dejéis de visitar la Rioja Baja . La comarca más desconocida de la comunidad os fascinará! Os invito a curiosead en el Hastagh #RiojaBaja en cualquier red social 😉
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¡Muchas gracias por tu comentario Marco! A la hora de planificar el viaje pensamos también en visitar Arnedo, Alfaro, Calahorra … pero no teníamos muchos días y decidimos centrarnos en la Rioja Alta ¡Nos quedamos con las ganas! Deben de ser preciosos también.
¡Espero volver pronto!
¡Un saludo viajero!
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Os recomiendo visitar la sierra de Cameros y especialmente el Camero llamado viejo pueblos pequeños casas de piedras calles empedradas imprescindible Laguna, San Román o Soto, Y los museos de los Solares de Tejada y Valdeosera. Robles Hayas…
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¡Muchas gracias Ángel por tus consejos! ¡Qué pasada los paisajes de la sierra de Cameros y qué bonitos los pueblos que nos recomiendas!
¡Espero volver pronto para disfrutar de ellos!
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