Cinco años después de que creara este blog y tras 2020 (el año que no volé), 2021 fue el primero que no escribí sobre viajes. La feliz llegada de un nuevo miembro de la familia y el maratón de horas que dediqué a una oposición absorbieron gran parte de mi tiempo.
Sin embargo, en 2021 sí que volé (y por primera vez con mascarilla). Fue un gran año de reencuentros y de las presentaciones del nuevo viajero de la familia y heredero de este blog. Disfrutamos de un mes en Tenerife enseñándole la tierra al chinijo. ¡Qué bonito es observar cómo va descubriendo nuestro mundo poco a poco!
Desde la cercanía emocional vimos el hermoso y, al mismo tiempo, catastrófico espectáculo de la erupción del aún sin nombre volcán de La Palma. Este 2022 es uno de los destinos que nos hemos propuesto para contribuir a la recuperación de la isla bonita.
Después de este paréntesis, comienza una nueva etapa en el blog. Seguramente será menos productiva que la anterior en cuanto a número de artículos pero igual de apasionante, con un toque familiar y mejor compañía.
¡Buen viaje!