Islandia es un país de ensueño. Una isla remota, tierra de volcanes y glaciares, que atesora incalculables riquezas naturales. En su territorio, situado entre dos placas continentales y cercano al círculo polar ártico, es posible hacer cosas que no se pueden hacer en ningún otro lugar de nuestro planeta. En este artículo te cuento algunas de ellas:
1) Darte un relajante baño en la Laguna Azul, una de las maravillas del mundo según National Geographic
Islandia tiene alrededor de 170 piscinas termales repartidas por toda la isla. La más famosa de todas (y con diferencia) es la Laguna Azul, Blue Lagoon. En 2012 fue elegida como una de las 25 maravillas del mundo por la revista National Geographic, compartiendo lista con el Machu Picchu, el Monte Everest o la Gran Barrera Coral de Australia. Sus aguas calientes (a 38ºC) de color celeste y ricas en minerales son un imán para todos los visitantes de la isla.
Ofrece varios tipos de entrada, la más básica incluye una consumición (en el bar dentro de la piscina), el préstamo de una toalla y una mascarilla de barro silíceo. ¡Ni que decir queda que uno entra de una forma y sale de otra totalmente diferente!
2) Pasear por el jardín botánico más al norte del mundo
En Akureyri, la segunda ciudad del país (con algo más de 18.000 habitantes), se localiza el jardín botánico más septentrional de La Tierra. De acceso libre y con 3,6 hectáreas de superficie es un excelente lugar para dar un paseo y conocer plantas endémicas islandesas y otras típicas del círculo polar ártico.
3) Contemplar la cascada más caudalosa de Europa
Entre las grandes maravillas del país nórdico destacan sus sorprendentes cascadas. Las hay de todo tipo: de gran altura, con columnas basálticas, con doble salto de agua, con historias de leyenda … y entre todas ellas también está la más potente de Europa. Se trata de Dettifoss, mide 44 metros de altura y 100 de ancho. Se hizo popular en la gran pantalla gracias a su aparición en la película Prometheus de Ridley Scott. Observar la fuerza con la que cae su agua es una experiencia inolvidable y sobrecogedora.
En este artículo te cuento las cascadas que más nos sorprendieron del país nórdico.
4) Visitar el padre de todos los géiseres
Al igual que el desaparecido faro de Alejandría (el primero que se erigió en el mundo) y que dio nombre a todos los que se construyeron posteriormente, en Islandia puedes contemplar el Gran Géiser: el géiser que denominó a este extraordinario fenómeno geológico. Aunque si esperas verlo en acción te recomiendo que no tengas las expectativas demasiado altas. Los géiseres no siguen un horario o un calendario (cada uno tiene su propio ciclo eruptivo) y en los últimos años el Gran Géiser ha tenido muy pocas erupciones. Por contra, a pocos metros de él se encuentra el géiser de Strokkur que expulsa un potente chorro de agua con mayor frecuencia: un increíble espectáculo de la naturaleza que (con algo de suerte) se puede disfrutar en muy pocas partes del mundo.
5) Caminar sobre el glaciar más voluminoso de Europa
El glaciar Vatnajökull con una superficie 8.100 km2 (casi idéntica a la de la Comunidad de Madrid) es el más voluminoso y segundo en tamaño de Europa (solo por detrás del Austfonna en el archipiélago noruego de Svalbard). Un gran desierto blanco que cubre el 8% de la isla y por el que se puede caminar y practicar otros deportes de aventura gracias a agencias que organizan todo tipo de excursiones. Si te animas a ponerte los crampones y pasear sobre el hielo, piolets en mano, te aconsejo que no pierdas la oportunidad de beber agua directamente del glaciar. ¡No probarás otra igual!
El Vatnajökull desde 2019 es Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, un magnífico lugar que debe servir como estímulo a las generaciones presentes y futuras para intentar frenar el calentamiento del planeta.
6) Viajar a uno de los países más seguros del mundo
Para muchos viajeros la seguridad es una de nuestras principales preocupaciones (si no la primera) cuando decidimos realizar un viaje al extranjero. Islandia en este sentido, cuenta con un índice de criminalidad muy bajo y es considerado desde 2008 el país más pacífico del mundo por el Índice de Paz Global (estudio realizado por el Institute for Economics and Peace que tiene en cuenta variables como el número de homicidios, la posibilidad de ataques terroristas o el número de personas encarceladas).
Además Islandia es también pionero en derechos sociales y es considerado el país número uno en igualdad. En 1980 los islandeses eligieron por primera vez en el mundo a una mujer como jefa de estado y en 2009 a la primera presidenta de gobierno abiertamente homosexual.
7) Conocer la capital más al norte del mundo
Reikiavik es la parte más urbana de un país que rebosa naturaleza por los cuatro costados. En la ciudad y en su área metropolitana viven 230.360 personas (un 60% de la población de Islandia): los urbanitas del planeta que viven más cerca de los osos polares.
El moderno auditorio del Harpa, su austero parlamento, la inspiradora escultura Viajero del Sol, el interesante museo Nacional de Islandia, la animada calle de Laugavegur, la insólita iglesia luterana de Hallgrímskirkja o el encantador lago de Tjörnin son solo algunos de los atractivos del lugar que en su día fue el primer asentamiento vikingo de la isla.
Góða ferð!
(Buen viaje en islandés)